INTRODUCCIÓN
“MISA DE SAN JOSÉ”
El Papa Francisco tiene en su escritorio
una imagen de San José durmiendo, soñando. Y así en su sueño
cuida a la Iglesia, dice el Papa y cuando tiene un problema Él le
escribe un papelito y lo pone debajo de la imagen para que lo sueñe
e interceda por él.
En
el Evangelio se nos dice que «José hizo lo que el ángel del Señor
le había mandado, y recibió a su mujer» (Mt 1,24). En estas
palabras se encierra ya la misión que Dios confía a José, la de
ser guardián, custodio, ¿de quién? De María y Jesús; A cada
padre que está aquí presente Dios le ha dado una familia para
cuidar y educar.
¿Cómo
ejerce José esta custodia o protección? Con una gran ternura, con
discreción, con humildad, en silencio, pero con una presencia
constante y una fidelidad total, aun cuando no comprende. Desde su
matrimonio con María hasta el episodio de Jesús en el Templo de
Jerusalén a los doce años, acompaña en todo momento con esmero y
amor. Está junto a María, su esposa, tanto en los momentos serenos
de la vida como en los difíciles, en el viaje a Belén para el censo
y en las horas temblorosas y gozosas del parto; en el momento
dramático de la huida a Egipto y en la afanosa búsqueda de su hijo
en el Templo; y después en la vida cotidiana en la casa de Nazaret,
en el taller donde enseñó el oficio a Jesús.
¿Cómo
ejercen este cuidado los padres que están entre nosotros? Pues
siguiendo el modelo de San José. Con la atención constante a Dios,
abierto a sus signos, disponible a su proyecto, y no tanto al propio.
Nosotros
tenemos que cuidar, hijos y padres, el regalo que Dios nos ha
encargado que protejamos, nuestras familias. ¿Cómo lo hace José?
Primero sueña y sabe escuchar a Dios en su sueño y en su silencio,
se deja guiar por su voluntad, y precisamente por eso es más
sensible aún a las personas que se le han confiado, sabe cómo leer
con realismo los acontecimientos, está atento a lo que le rodea, y
sabe tomar las decisiones más sensatas. No toma ninguna decisión
sin ponerse en manos de Dios antes y aprende a abrazar todas las
circunstancias con mucho amor.
María 1º BACHILLERATO